CONSTELACIONES DE PRIMAVERA

Constelación Osa Mayor

El cielo en primavera es menos tentador que en los meses de invierno. Las constelaciones que adornan el cielo primaveral brillan dentro de un área delimitada por un gigantesco triángulo, cuyos vértices son tres estrellas de primera magnitud: Regulus, Spica y Arcturus.
Constelaciones de Leo 
El panorama del firmamento primaveral, hacia el sur, está presidido por los grandes trapecios de Leo y Virgo. La figura de Leo, que brilla a gran altura, es alargada en sentido este-oeste; su estrella principal, Regulus, se encuentra en su esquina inferior derecha. Virgo, a media altura sobre el horizonte, y al SE de Leo, forma un trapecio más regular, su principal estrella, Spica (La Espiga), ocupa el ángulo inferior izquierdo.
En el lado meridional del triángulo que hemos mencionado, hay un vacio de estrellas luminosas, con cierta dificultad, se aprecia el despliegue interminable de la constelación de la Hidra, que corona en el horizonte a lo largo de más de 90º de extensión.
Entre Leo y la Hidra esta la constelación, muy poco llamativa, del Sextante. y entre Virgo y la Hidra, dos pequeños asterismo de forma curiosa, La Copa (Crater) y el Cuervo (Corvus), más fácilmente reconocibles que el Sextante. Al norte de Leo, nos costará trabajo identificar las débiles estrellas del León Menor. Al Norte de Virgo nos encontraremos la Cabellera de Berenice (Coma Berenices) como un pequeño racimo de estrellas débiles. Sí continuamos levantando la vista, tropezaremos con Canes Venetaci y sobre todo la imagen familiar de la Osa Mayor (Ursa Major).

Constelación de Bootes
Lo que más llamará la atención de todo el cielo primaveral, que se levanta por el nordeste es Arcturus, Alfa de Bootes, de magnitud 0, y una de las estrellas más brillantes de todo el hemisferio Norte. Observemos que varias estrellas de 2ª y 3ª magnitud se extienden hacia el norte formando la figura de Bootes. Al NE, de Bootes distinguiremos seis estrellas que dibujan en el cielo un semicírculo perfecto: Corona Boreal (Corona Borealis).
Estas constelaciones, escasas en cúmulos y nebulosas, ricas en estrellas dobles y riquísimas en galaxias, serán fundamentales en primavera.