La Luna, edad, diez días

En el observatorio de la Agrupación Astronómica Perseo, recibimos la visita de veinte personas pertenecientes al C.D. Naturaventura. La actividad se dedicó a ver la Luna con el telescopio de la de la agrupación y usando distintos aumentos para ver el relieve lunar a la edad de diez días.
Cúpula que alberga el telescopio de la Agrupación

Los relieves son ya menos vivos en la cantidad de objetos nuevos que podemos observar en el terminador, no sólo por razones de perspectiva, sino porque la frontera de sombra atraviesa una franja de mares (Imbrium, Procellar5um, Nuvium) poco abundante en relieves.
El mare Imbrium se nos muestra ya en casi toda su extensión, con extrañas rugosidades en su superficie. También nos ofrece varios de sus tipicos circos que lo separan del Oceanus Procellarum y los montes Riphaeus y Urales. 
El cráter Copérnico luce, aunque ha disminuido el efecto de sombra por su fulgor y su estructura, es lo más grandioso que hoy nos presentan los paisajes lunares. Observamos una alineación de cráteres, algo desiguales, que se extiende hacia el SE. de Copérnico: Eddington, Rheinhold y Landsberg.
Observando La Luna
El Oceanus Procellarum, aunque es el mayor "mar" de la Luna, tiene una estructura irregular y no siempre se pueden determinar sus limites exactos. Copérnico, los Cárpatos y otras formaciones claras interrumpen por todas partes su regularidad.
Tycho ya empieza a mostrar sus radiaciones, lo mismo que Copérnico. Clavius todavía impresiona por su enormidad y su variadísima estructura, aunque muestran más relieve en estos momentos Blancanus y otro circo lunar que aparece al Este, Scheiner. De aquí al polo Sur, el atormentado relieve de la Luna parece un verdadero cataclismo.
Grupo de varios asistentes con planisferios