Una nave espacial llamada Tierra



Tomando como referencia mi pantalla del ordenador, las paredes de la habitación o el paisaje que veo por la ventana, parece que estoy quieto. Pero en realidad nunca estamos quietos. Nos encontramos sobre la superficie de la Tierra y esta siempre está en movimiento, dependiendo su velocidad del punto de referencia que escojamos.

La Tierra rota sobre sí misma y su velocidad varía del ecuador a los polos. En el ecuador su velocidad es 1674 km/h (más rápido que el sonido). Para las personas que viven en el Mediterráneo la velocidad es de aproximadamente 1.000 km/h y los que se encuentran en el polo apenas se han movido en 24 horas.
La Tierra se desplaza alrededor del Sol a una velocidad de 29.8 km/s o lo que es lo mismo a casi 108.000 km/h (menudo formula 1) describiendo una órbita que tiene 150 millones de kilómetros de radio en un año.

A su vez, el Sol no está quieto. Junto a su séquito de planetas y asteroides, y como uno más de los miles de millones de estrellas que giran alrededor del centro nuestra Galaxia, se desplaza  a una velocidad de 220 km/s. Es decir, 792.000 km/h, una velocidad que nos permitiría dar 20 vueltas a la Tierra en una hora. Pese a esa rapidez, El Sol tarda 250 millones de años en dar una vuelta a la Vía Láctea. Desde su nacimiento, el Sol ha dado 20 vueltas a la Galaxia.
La Vía Láctea pertenece a un grupo de galaxias que se conoce como Grupo Local, al cual también pertenece la galaxia de Andrómeda, y está compuesto por un total de 30 galaxias. Nuestra Galaxia se dirige hacia la de Andrómeda a una velocidad de 468.000 km/h (130km/s).
Pues bien, dicho Grupo Local se encamina hacia el centro de un cúmulo mayor de galaxias, llamado Cúmulo de Virgo a una velocidad de 900.000 km/h. que a su vez se encamina hacia una masa mayor a la tremenda velocidad de 600 km/s es decir, 2.160.000 kilómetros por hora.
Resulta difícil imaginar esta algarabía estelar desde el sosiego del sillón de tu casa. Sólo nos queda asombrarnos, como aquel que cada vez que veía pasar un avión exclamaba “hay que ver lo que hacemos los mecánicos”.
Supercúmulo de Virgo