El anillo F de Saturno


Un anillo enigmático de partículas de hielo que rodean Saturno, hacinados en una cinta estrecha por dos diminutas lunas, probablemente nació de una colisión cósmica, según un estudio publicado el lunes en la revista Nature Geoscience.
El llamado F anillo, unos 140.000 kilómetros (87.000 millas) más allá del sexto planeta desde el Sol, órbita en la frontera entre otros los anillos de Saturno y varias lunas.
Más hacia Saturno, millones de bloques de hielo que pueblan el planeta que impide colisionar con las lunas por sus poderosas fuerzas de marea.

Más lejos están las principales lunas de Saturno, lo suficientemente distantes para haber colisionado: Mimas, Encélado y Titán, que es la única luna del Sistema Solar con una atmósfera sustancial.
Y en la zona de la frontera de las partículas heladas del anillo F giran alrededor del planeta en una banda de apenas 100 kilómetros de ancho, orbitado por las lunas Prometeo y Pandora.
Los científicos han sabido desde mucho tiempo que estas llamados lunas pastoras eran en parte responsables de mantener el anillo F en formación cerrada.
Lo que ellos no sabían era cómo esta configuración inusual llegó a existir.
Ryuki Hyodo y Keiji Ohtsuki, astrónomos de la Universidad de Kobe en Japón, utilizaron simulaciones por computadora para mostrar que Prometeo y Pandora es probable que sea un subproducto de una colisión en el borde exterior del sistema de anillos de Saturno.
La especulación anterior en este sentido concluyó que dos mini-lunas heladas chocando de frente, probablemente se habrían desintegrado, añadiendo otro anillo a la colección de Saturno.
Pero y si lo que hicieron los objetos menos frágiles, es golpearse entre sí en un ángulo?
En ese caso, "Resultados de un impacto, en una destrucción parcial" de las mini-lunas en lugar de su destrucción total, concluyen los autores.
Foto de la NASA muestra el anillo F de Saturno y sus dos satélites sheperd con otros anillos principales de Saturno, vistos por la nave espacial Cassini
La colisión también produciría "la formación de un estrecho anillo de partículas", que se conviertiría en un nuevo anillo.
Hyodo y Ohtsuki especulan además que este tipo de proceso podría no ser una rareza, una vez aislado, sino más bien el "resultado natural" de la formación del anillo bajo ciertas condiciones de planetas gaseosos gigantes.
Esto "puede explicar no sólo el anillo F de Saturno, pero también cuenta en el sistema de Urano", Aurelien Crida, científico del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, lo escribió en un comentario, también en la revista Nature Geoscience. Saturno es el segundo planeta más grande de nuestro Sistema Solar después de Júpiter, y tiene un radio de cerca de nueve veces mayor que la Tierra.
Su espectacular sistema de anillos tiene nueve anillos completos y varios arcos discontinuos, todos ellos hechos principalmente de partículas de hielo, con menores cantidades de restos de rocas y polvo.
Alrededor de 60 lunas de Saturno, sin incluir cientos de "lunas", como Prometeo del anillo F y Pandora.
Gran parte de las imágenes de datos y de alta resolución que tenemos de Saturno y sus anillos se recogió por la sonda espacial Cassini, que llegó cerca del planeta gigante en 2004.


Diario de referencia: Nature Geoscience. Foto de la NASA.